viernes, 28 de octubre de 2011

Premios Principes de Asturias





Este año, y por primera vez he asistido a los "Premios Principe de Asturias". Desde el principio he sentido una gran emoción y me ha impactado gratamente la organización que conlleva este tipo de actos. El Teatro Campoamor se vistió de gala, y nunca mejor dicho, ya que todos los invitados y galardonados iban elegantísimos, por dentro y por fuera, para la entrega de los Premios.


El músico canadiense Leonard Cohen, Premio de las Letras, me emocionó con su voz y su emotivo discurso (aunque no sé si sería pura invención). Me encantó también Ricardo Mutti (premio de las Artes).


El Premio de la Concordia fue a parar a los Héroes de Fukushima, el de Cooperación Internacional fue a parar a Bill Drayton, el de Investigación Científica para los científicos Arturo Álvarex, Joseph Altman y Giacommo Rizzlatti. El resto de los premiados fue Howard Gardner, Premio de las Ciencias Sociales. He leido sobre él, proque me interesa mucho el tema de las inteligencias múltiples.


Nosotros fuimos a la entrega porque mi santo marido fue Jurado de los Premios Principes de Asturias de Deportes. Este año recayó en uno de los mejores atletas de todos los tiempos, el etiope Haile Gebrselassie. Su forma de correr es con el brazo derecho encogido porque cuando era perqueño recorría 20 kilómetros para ir a la escuela cargado con libros.
Antes de la Ceremonia fuimos al Hotel Reconquista a comer. Me encantó el ambiente que reinaba. Mesas abiertas donde degustamos un delicioso almuerzo.
Ya en el Teatro Campoamor, cientos de gaiteros daban la bienvenida a los galardonados y por supuesto a los Príncipes de Asturias. La Princesa estaba realmente guapa y me llamó la atención su altura. El discurso del Principe fue emotivo y con alusiones directas al cese de la actividad armada de Eta. El Príncipe propuso el ejemplo de "esfuerzo, humildad, sacrificio y búsqueda de la excelencia" como receta contra la crisis,
Espero poder regresar pronto a una tierra que me ha cautivado tanto por la belleza de sus paisajes como por la amabilidad y educación de sus habitantes